jueves, 12 de junio de 2014

2014.05.24 - BH Madrid-Segovia Experiencias.

 Estimados todos, (Como diría Alex), jejeje.

Han pasado algunas semanas sin publicar rutas, volvemos a la carga y con renovadas fuerzas.

En este caso, y haciendo los mismo que con la ruta de Avila-Majadahonda donde los participantes escribían su experiencia, os dejo con los relatos de cada uno de los que participamos de esta excitante y sufrida ruta.




Javier Caballero (Javi):

6:30 de la mañana, suena el despertador, después de tantos meses llega el gran día. Duchita y a desayunar que he quedado con los chicos en la salida. He dormido en el Hotel que recomienda la organización porque mi primo (Pedro) vive en Leganés y no le gustan los madrugones. Desayuno normal en el hotel, sin excesos. Nos preparamos y salimos con la hora pegada (7:35). De camino a la salida nos perdemos y salimos los últimos, literalmente. 

Empieza el gran día, con muchos ánimos. Vamos por las calles de Montecarmelo hasta que cogemos el  camino de tierra. Voy mirando pero no veo a nuestros compis del club, bueno ya les alcanzaremos en algún avituallamiento. En general, la gente con muchos ánimos y con ganas de parar en todos los pueblos para tomar cañas. 

Nada más salir primer parón, creo que es la salida oficial y empezamos a pedalear tranquilamente dirección a Tres Cantos, primer avituallamiento (km 14), en él están todos, Jose Antonio, Manolo, Alex, Kiko y Dennis, como vamos bien servidos de liquido seguimos sin parar afrontar los sube y baja que nos esperan. Muchos de ellos son duros y con la piedra suelta, en más de uno hay que hacer empuja-bike debido a Bikers que empujan sus bicis y no se retiran. Proseguimos y llegamos al segundo punto de avituallamiento sin ningún problema, en este si paramos y cogemos de buena gana la barrita y gel que te dan. Con todo el club reagrupado (excepto David ) reanudamos la marcha, antes cogiendo otro gel por si las moscas.

De camino a Colmenar, Manzanares y Matalpino, vemos unas cuantas averías (cadenas rotas, pinchazos, fotógrafos de paisajes, etc.), hacemos varias paradas en los distintos avituallamientos, rellenamos botes y reponemos fuerzas(mas barritas y mas geles), para afrontar el tramo que nos llevara a Cercedilla, donde en teoría si no estaba bien, teníamos la intención de coger el tren de vuelta a casa. Pero muy satisfactoriamente el ritmo que he cogido, más lento que mis amigos del Club, me hace llegar bien de fuerzas y tras descansar y comer un bocata de jamón que me había preparado el día anterior. Les digo a Alex, Jose y Manolo que nosotros empezamos la ascensión a la Fuenfría , que ya nos cogerán subiendo.

Salimos del avituallamiento de Cercedilla y empezamos la ascensión, caminos asfaltados y bastante anchos, no es muy complicada pero constante la subida, ya llevamos casi 70 km en las piernas. En el km 74 hago un parón para descargar las lumbares y cervicales que me empiezan a molestar y hago un tramo a pie, en eso que aparece el primer miembro del club, Jose Antonio, nos pregunta: “todo bien” y le deseamos buena suerte con su ascensión (va como una moto), proseguimos la ascensión y un poco después nos adelantan Alex y Manolo, a los pocos km hace lo mismo Kiko. Ya noto los kms en las piernas y prefiero bajar el ritmo y llegar arriba (sigue molestando las lumbares y el culo). En eso que levanto la vista y veo que casi hemos llegado al alto de la Fuenfria y veo a Manolo, Alex y Kiko charlando mientras descansan un poco. Paramos y descansamos y comentamos un poco la ascensión. Yo solo hago mirar hacia mi derecha y veo que nos quedan unos 30km de descenso. Nos ponemos ropa de abrigo para no enfriarnos en el descenso.

Reanudamos y cada uno a su rollo, empiezo a bajar detrás de mi primo que va como una moto. Es una bajada que te hace estar muy alerta y con los ojos bien abiertos, tiene tramos muy empedrados y toda precaución es poca. Tras muchos km de descenso entre arboledas, empezamos ya tramos donde hay poca vegetación. Pasamos vacas, una carretera e incluso pasamos por alto el avituallamiento final antes de Segovia. Nos quitamos la ropa sobrante y continuamos descendiendo, y a los lejos vemos la ansiada Meta. Gracias a dios que es cuesta abajo, no aguantaría ningún puerto mas, ya empieza a doler bastante el culo, tanto que es insoportable estar sentado. Llegamos a la meta, nos dan una medalla, agua y nos quitan el chip y veo a casi todos los componentes del Club. Esperamos a que estemos todos, y mientras lavamos las bicis. Entonces nos dirigimos hacia el Acueducto para hacer la entrada triunfal y las fotos oportunas. Y justo en el ultimo escalón antes de empezar a bajar por la escaleras del Acueducto, no me da tiempo a levantar la rueda trasera (debido al cansancio), reviento la rueda trasera (menos mal que ha sido al final) y me doy cuenta en el tercer tramo de escaleras de bajada. Nos hacemos las fotos frente al Acueducto y nos dan la noticia de que los trenes de Renfe salen a horas impares (18:30), cambiamos rápidamente la camara y salimos escopeteados hacia la Renfe, tras 4 km llegamos a las 18:55 y parece que nos estaba esperando el tren. Gracias a dios que hemos llegado, el siguiente Tren salía a las 21, próxima parada Torrelodones. No me he despedido de los Compis del Club y sin batería en el móvil. Ha sido una experiencia muy buena pero también muy agotadora. Venga que empieza la Final de Champions.

Ha sido un placer compartir estos caminos con vosotros chicos, somos un Gran Club pero sobre todo “Grandes Amigos”.

Manuel Rodríguez (Manolo):

Desayuno fuerte, hoy va a ser un día largo y duro, la ruta es la BH Madrid-Segovia (108 km). Tras reunirnos en el punto de quedada, partimos hacia el pueblo de Fuencarral, lugar de partida de la ruta. Al llegar, vemos el estupendo ambiente que se respira, mucho biker, mucha ilusión, y muchas ganas de empezar, lo bien que está montado por parte de la organización. Nos situamos en nuestro cajón de salida.


A las 08:00 se da la salida oficial, hasta las 08:10 no pasamos por el punto de salida, tras salir de Fuencarral  cogemos las pistas de tierra  con alguna retención, es lógico somos muchos (2100 participantes) y no cabemos todos en algunas estrecheces del camino.

Atasco en la Marmota
En el primer avituallamiento (Tres Cantos) nos juntamos todos los del club excepto David que al salir en el primer cajón seguramente nos lleve una buena distancia. Vamos animados y charlando hasta llegar a las cercanías del puente de la Marmota, nos llevó pasarlo algo más de una hora. Se aprovecha para hablar y comentar con algunos participantes llegados de Segovia, Burgos, Andalucía, Coruña, Cantabría, etc… este deporte es muy grande…

Una vez pasado el atasco, ponemos ritmo, ya todo el camino será  de subida,  son pistas amplias donde Kiko y yo vamos adelantando a algunos bikers que llevan ritmo distinto, cada uno pone el que más cree conveniente. Nos hemos distanciado del resto de componentes de Club sin darnos cuenta.

Llegamos al segundo Avituallamiento cerca del Km  treinta y algo, paramos a coger bebida y alimento, hay que comer y sobre todo beber, Kiko y yo continuamos un poco mas adelantados al resto del Club.

La pista sigue “picando para arriba” muy tendida pero inexorablemente te va consumiendo, antes de llegar a Manzanares el Real tenemos una bajada donde descansar las piernas y seguidamente el tercer avituallamiento donde volvemos a tomar refrigerio y alimento (barritas y geles).

Seguimos, empiezo a notar calambres en el gemelo izquierdo, en breve hará efecto lo ingerido en el avituallamiento pero bajo un poco el ritmo, los compañeros se distancian de mi pero les sigo de lejos, pasamos Moralzarzal, y se endurece la ruta subiendo hacia La Barranca, ya llevamos cerca de 60 km. Y esta subida hace criba, los SPM (suputamadres) se oyen esporádicamente entre los bikers, algunos hacen parte de la subida mediante el procedimiento de “empuja-bike”. 

Llegamos a Cercedilla, primer objetivo cumplido ya que hemos pasado el corte de la organización, descansamos y comemos. Nos hemos reagrupado todos, Joder Alex…, estas muy fuerte tío como has subido la Barranca. Nos enteramos que David ha sufrido una avería irreparable en la rueda trasera y está camino de vuelta en Tren. Que faena…

Continuamos ruta, nos queda subir la Fuenfría, JoseA. pone un ritmo infernal y se distancia, el resto ponemos el que podemos, algunos ya con fuertes calambres en las piernas, pasamos a Javi y su Amigo que habían salido un rato antes desde Cercedilla, van a un ritmo un poco mas tranquilo. Nos reagrupamos en el alto de la Fuenfría, pero falta Dennis que arrastra calambres desde el inicio de puerto.
Decidimos continuar, en la bajada por pistas forestales me distancio, solo quedan 20 km, que los cubro en algo menos de una hora. Llego a la meta del tramo cronometrado  donde me espera JoseA. Y donde esperamos al resto del Club. 

Desde aquí hasta El Acueducto vamos juntos donde nos espera la llegada oficial, la han montado genial tipo a la Vuelta, bajando por tramos de escaleras y público aplaudiendo, te hace sentir algo especial…
En fin, toca vuelta a casa en autobús de la organización, algunos durmiendo por el cansancio acumulado pero felices por haber terminado. David, lástima de tu avería, el año que viene será… La organización ha estado fenomenal, la ruta ha estado muy bien indicada, no te hacía falta el GPS, con un punto a mejorar por los atascos.

Felicidades a todos los miembros del Club que han participado, ha sido un placer haber compartido estos kms en vuestra compañía, este club, aparte de otras cosas, es lo mejor que tiene.

Saludos. Manuel.

Alejandro Weil (Alex)

En enero mi amigo Fede me avisó de esta ruta. La página web la describía como una ruta exigente (108 km, 2200 m de ascenso positivo y 1800 de descenso) con un máximo de 2000 dorsales.

Para esa época yo estaba jugando con la idea de apuntarme a mi primer “gran ruta”, pero los 2000 bikers me echaban un poco para atrás: ¡es mucha gente!; yo soy más de rutas entre unos pocos amigos, y como en el Club se está estableciendo la tradición de hacer la SRAM (Super Ruta Ávila Majadahonda), en la que participan 100 bikers o menos, me pareció que ésta sería en principio una mejor opción. En principio. Una vez tomada la decisión de apuntarme a una ruta de 100 km, al pensar en la preparación necesaria, ví que la fecha de la SRAM no me dejaba tiempo suficiente, así que decidí unirme a la marabunta (acabamos inscribiéndonos casi 15 bikers del club, muchos de ellos por gentileza de Ángel, que trabaja cerca de La Grupetta, aunque con el cambio de fecha por parte de la organización sólo quedamos nueve inscriptos: David, Dennis, Javi, José Antonio, Kiko, Manolo, Oscar, Raúl y un servidor).

El comienzo de la preparación se fue demorando por lluvias y quehaceres varios, y para mediados de abril, tras una aparatosa caída con golpe en un hombro pero sin mayores consecuencias, empecé a preparar la ruta con más ganas que conocimiento (y con ninguna experiencia). Durante una ruta le pregunté a Manolo qué sería conveniente hacer; su sabia respuesta: “rodar, rodar y rodar”. Así que me puse a ello, haciendo lo poco que podía: ida y vuelta al trabajo (Tres Cantos) una vez por semana, sólo, tirando de fuerza de voluntad, y la salida "religiosa" del domingo, tan placentera, con el club. Ya para primeros de mayo nos empezamos a poner serios y con algunos amigos del club pensamos hacer una ruta un poco "especial": de Pitis a Cercedilla, para volver en Cercanías; 65 kms y 1600 m de desnivel (para mí, hasta ese momento, la ruta más dura de toda mi vida!!). Para el jueves 15 de mayo preparamos otra ruta seria: La Cabrera – Miraflores - Puerto de Canencia - Puerto de Morcuera, y regreso en bici: 80 kms y 1800 m de ascenso. Segundo récord! Ambas rutas las hicimos a nuestro ritmo, entre amigos; un placer. A partir de ahí los entendidos recomendaban empezar a reducir intensidad, así que salí el domingo 18 con el club (50 kms, 1000 m de ascenso; joder, si en comparación parece poco....) a ritmo tranquilo porque las piernas notaban la paliza del jueves anterior. El martes 20 nuevamente a Tres Cantos, y luego descanso hasta el 24, día de la ruta a Segovia.

A medida que se acercaba el día, la verdad es que me iba poniendo un pelín ansioso, casi como en situación “pre-examen”. Era una sensación dentro de todo placentera, y que tenía un aspecto positivo: resolvió el posible estreñimiento previo; así que ya el día anterior estaba fino fino, con expectativas de evitar el nunca deseado “apretón” en medio del monte. La noche anterior, mientras estaba por cenar un buen plato de arroz con pollo (preparado con mucho amor) y una cerveza, vinieron a desearme suerte Jose y Eva, unos amigos que corren en plan “bestia”; ipso facto me cambiaron la cena por pasta y cerveza sin alcohol. Vale, todo sea por estar en “buena” forma al día siguiente, me como la pasta y guardo la birra para la vuelta…. pero cuando se marcharon, el pollo me lo comí! Y a la mañana siguiente, desayuné otro plato de pasta. Por cierto, para la próxima gran ruta, Jose y Eva me recomendaron la siguiente dieta para los días previos: unos días antes: nada de hidratos de carbono ni alcohol; el día anterior o los últimos dos días: hidratos a punta pala…. pero nada de alcohol (qué pena).

La mañana se presenta…. muy pronto: el despertador suena sobre las 6. Besito de buena suerte y última comprobación del gran check-list preparado por Manolo: todo correcto, así que parto hacia el CC Miramadrid, punto de encuentro para luego proseguir hacia Montecarmelo. Aparcamos, montamos bicis, etc., y rumbo al punto de salida, no sin antes intentar dejar el último “pinito”. Ahora sí, todo listo.

¡¡¡¡Por Dios, cuánta gente!!!! Aunque la salida está completamente abarrotada, por suerte nos encontramos algunos compañeros para arrancar juntos. Nos faltan David, Raúl y Javi; ya nos encontraremos en el primer avituallamiento. Desde que dan la salida hasta que empezamos a rodar pasan unos 10 a 15 minutos, y a los pocos metros…. primer atasco. Esto no pinta bien. Seguimos rodando por pistas, y la ruta nos lleva a unos toboganes, donde gran cantidad de bikers ¡se bajan de la bici en las cuestas!, bloqueando a los que nos animamos a subir montados. Insisto: esto no pinta bien.

En estos primeros kilómetros Dennis y yo vamos juntos, charlando tranquilamente, hasta que en el primer avituallamiento nos encontramos con Javi, José Antonio, Kiko, Manolo y Oscar (David y Raúl van más adelante). Este avituallamiento es en Tres Cantos, sitio que me recuerda a mi compi Alberto, que está con una hernia cervical y sin poder tocar la bici. Compi, recupérate pronto, ésta va por ti.

Esperando a cruzar el puente de La Marmota
Comienza la bajada, y llegamos a la valla de El Pardo; es todo felicidad: el clima está ideal, la media en 13 km/h, vamos bien, ansiosos por llegar a la bajada de La Marmota.. Hasta que…. ¡No! ¡Otro atasco! Y este es de los buenos. Tras media hora parados, empezamos a movernos…. Y viene una nueva desilusión: la bajada a La Marmota la están haciendo todos a empuja-bike, así que para montarse en la burra tocaría esperar otra hora a que pasen todos. Ni hablar. Así que bajo desmontado y me pierdo una de las mejores partes de la ruta. Esto no es que pinte mal, ¡es un desastre!


Tras hora y media de atasco logramos cruzar La Marmota, que ha hecho honor a su nombre; un horror, todo empuja-bike y la media baja a unos 9 km/h. ¡Mierda! Ahora vamos a tener que apretar el ritmo para llegar a tiempo a Cercedilla; y apretar el ritmo no me gusta nada, soy de los que gusta ir tranquilo, a mi ritmo. Por suerte el tramo siguiente no se da mal y la media empieza de a poco a recuperarse. Al llegar a Manzanares, donde nos volvemos a encontrar todos (menos David y Raúl, por dónde andarán, ya en Cercedilla quizás…), seguimos ajustados de tiempo. Pues a seguir moviéndonos; próxima estación: Avituallamiento Mataelpino, donde volvemos a reunirnos los 7 habituales. Los avituallamientos me parecen en general bastante bien organizados, la fruta y bebida entran de cine, nos reunimos todos y tenemos unos minutos para charlar.... en fin, esto no está tan mal después de todo.

Hasta ahora no he probado ninguno de los geles, sólo fruta y barritas, y de momento bien. De tiempo vamos mejor pero no puede uno distraerse, que es la 1:30, a las 3 cierran el control de Cercedilla y faltan unos 15 km. Un pinchazo y adiós, y además aquí empieza el tramo donde hace pocas semanas pinché, así que me meto más fruta, un gel, y a seguir. Como voy medio bien de fuerzas y me siento cómodo en el sendero, decido apretar un pelín el ritmo, y sigo a buen ritmo toda la subida hasta la Fonda Real, a la que llego apenas pasadas las 2…. Y donde para mi sorpresa, ya que no lo recordaba, está el control de Cercedilla. ¡¡¡¡¡Siiiiii!!!!! ¡¡¡¡Llegué!!!! ¡¡¡¡Esto es una maravilla!!!! La preparación ha dado sus frutos.

Espero unos minutos a Manolo, y bajamos juntos a Cercedilla. Vamos desencontrados del resto, algunos irán por delante y otros por detrás, pero nos reunimos nuevamente en Cercedilla. Ahí nos enteramos que David ha sufrido una avería y se vuelve (qué pena compañero, la próxima vez será), y vemos a Raúl que ya arranca hacia Segovia. Qué máquina.

Una hora y pico que tardamos en que nos den la pasta, comer, meadita de rigor, y montar nuevamente. Joder, ¿Dónde han quedado esas buenas sensaciones? Frío, más cansado de lo que pensaba, y con el culo perjudicado, empiezo la subida al puerto de la Fuenfría. La recordaba como una subida más bien tendida, no demasiado exigente; pero claro, cuando la hice no tenía 70 km en las piernas (ni en el culo). Menuda diferencia. Pero estamos aquí, y no es momento de darse la vuelta, así que con paciencia vamos dando pedalada tras pedalada, alternando tramos sentado y de pie (por eso de tener el culo como el de un mandril). Hay que llegar al mirador Vicente Aleixandre, a partir de donde, según Manolo, se suaviza la pendiente de subida. Por suerte, la grata compañía hace mucho más llevadera esta subida, auténtico desafío que logramos superar a base de obstinación, paciencia y buen rollo. Aquí el grupo se estira un poco; JoseA va como una moto y coge la punta, seguido (bastante lejos) por Manolo y por mí; muy cerquita vienen Kiko y Oscar, luego Javi y un poco más rezagado Dennis. Lo importante es que seguimos todos, y que lleguemos todos a la Fuenfría!!!


Fotos de rigor arriba, nos abrigamos y empieza la bajada, aunque me quedo atrás para hablar por teléfono con Dennis y, tras ver que todo iba bien y que estaba casi arriba, arranco. De aquí en adelante es todo disfrute; la bajada hasta Segovia es larga y muy bonita, con pista, sendero y tramos un poco más técnicos. Me empleo a fondo en alcanzar a mis compañeros, y de a poco voy dándoles “caza”; a todos salvo a JoseA, que iba muy adelantado, y a Manolo, que debe estar bajando como un poseso. En el último avituallamiento me encuentro con Kiko, que estaba comiéndose una barrita tranquilamente, y seguimos el tramo final juntos hasta cruzar la meta, abrazados.

Como primera gran ruta ha sido una experiencia espectacular. Lástima los atascos, sin los cuales la habríamos acabado en menos tiempo y sin presiones. Sin duda, para mí lo mejor del día ha sido hacer esta ruta en tan grata compañía. La bici de montaña me da esos momentos, fruto de la combinación de esfuerzo y desafío individual, pero realizado en grupo y acompañado por gente entrañable mientras alterno entre la concentración total en el camino y la contemplación de unos paisajes de ensueño, en que pienso que algo más se le puede pedir a la vida, pero no mucho…..



 

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